Un Almodóvar para comérselo

Con la excusa del reciente estreno de la última película de Pedro Almodóvar, repasamos algunos de los platos más famosos de la filmografía del director manchego.

A mediados de mes los cines recibían la esperada ‘Los amantes pasajeros‘, última cinta de Pedro Almodóvar que, según parece, vuelve a la comedia que tanto éxito le dio. Con este motivo, y como un pequeño homenaje a unos de los directores españoles contemporáneos más internacionales, nos atrevemos a echar un vistazo al menú que, a través de algunas de sus películas, podemos degustar.

Foto: web de 'Los amantes pasajeros'

Y es que, de hecho, la cocina siempre ha sido un espacio fundamental en el cine de Almodóvar. Un lugar mágico donde la tradición y la modernidad se mezclan, mostrándonos como lo antiguo puede ser rabiosamente actual. Como se recoge en el libro ‘Almodóvar: el cine como pasión‘, «Unas cocinas, pizas medianas, corpóreamente transitorias entre la huerta y el frigorífico, el campo y la ciudad, lo alimenticio y lo espiritual, el cuerpo y el alma. Las cocinas de Pedro Almodóvar rebosan de legumbres, de chorizos manchegos, de morcillas, de bacalao al pil pil, de acerte, de pastas, de flanes, de frutas y de un sinfín de ingredientes que se funden, metafóricamente, en un gazpacho metonímico».

Como el universo almodovariano es bastante extenso, he querido ceñirme a las primeras películas. Las que, en mi opinión, más se acercan al espíritu de la nueva película del director.

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón

Ya desde su primera película está presente la cocina en el cine de Almodóvar, con ese bacalao al pil pil a modo de final feliz. La película más bizarra del director manchego, también la más inmersa en la «movida madrileña» y probablemente la más excesiva no renuncia a incluir algo tan tradicional como el bacalao al pil pil como un signo de modernidad. Y es que Pedro Almodóvar siempre ha sido un genio a la hora de convertir lo más castizo en lo más «cool». Y si queréis preparar un bacalao al pil pil mucho más moderno y muy fácil, os recomiendo sustituir las tradicionales guindillas por una cucharada del chile de Gourmet Garden, que le dará un toque diferente.

Qué he hecho yo para merecer esto

El asesinato de película más castizo que he visto yo en pantalla es, sin duda, y con permiso del goyesco duelo a jamonazos de ‘Jamón, Jamón’ de Bigas Luna, el que protagoniza Carmen Maura en esta película, en la que, armada con una pata de jamón, asesta un golpe mortal a su marido, un machista incorregible. Y es que lo malo del jamón es que si no es bueno, puede ser realmente duro. Sin embargo, y sin descalificar sus propiedades como arma, yo recomendaría un mejor uso para el jamón: la delicia que supone un buen bocadillo de jamón con un poco de tomate y un aceite en el que hayamos mezclado previamente una pizca de ajo picado de Gourmet Garden y otro poquito de su albahaca fresca… Y poder exclamar, con un sentido completamente contrario al de la película, un «¡qué he hecho yo para merecer esto!».

Átame

Ay, cuántas cosas puede traer a la memoria un buen pisto… Que, como bien sabe Victoria Abril, está bien buen de un día para otro, siempre que se guarde en el frigorífico. En esta película el pisto manchego hace su breve cameo en una conversación telefónica en la que, cómo no, uno de los interlocutores está cocinando. Porque en las cocinas pasan cosas importantes y se cuentan cosas trascendentales, por supuesto.

La flor de mi secreto

Lo peor que le puede pasar a un plato es no ser comido. Porque indica falta de interés, cuando no total disgusto. Porque echa por tierra todo el esfuerzo y el tiempo invertido en la cocina. Porque desprecia el amor con el que se ha preparado. Es lo que le ocurre a la paella de la protagonista de «La flor de mi secreto» que se queda fría, en una brillante metáfora de lo que le ha pasado a una relación en la que uno de ellos, como se descubrirá, lleva tiempo comiendo fuera. Por cierto, si os apetece demostrar vuestro cariño con una deliciosa paella, recordad que en esta entrada tenéis una buena receta. Eso sí, recordad que las paellas son como las relaciones, una vez que se han pasado no hay ninguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvarla.

Mujeres al borde de un ataque de nervios

“Tomate, pepino, pimiento, cebolla, una puntita de ajo, aceite, sal, vinagre, pan duro y agua. El secreto está en mezclarlo bien”, es la receta que, con una voz calmada y distante, ofrece del gazpacho la protagonista de mi película favorita de Almodóvar, magníficamente interpretada por Carmen Maura. Claro que se olvida de su «ingrediente estrella»: el puñado sobrado de pastillas que dejan soñando con los angelitos a la mitad del reparto. En cualquier caso, este plato tan español, protagonista de muchas comidas, meriendas y cenas en el caluroso verano, no deja de ser un buen exponente del mejor cine de Almodóvar: heterogéneo, enraizado en la cultura popular y refrescante.

Personalmente, de la receta de Pepa yo recomendaría eliminar los somníferos y añadir un toquecito de la albahaca de Gourmet Garden, que le dará un toque de aroma y sabor muy fresco. Si además utilizamos el ajo picado de Gourmet Garden, preparar nuestro gazpacho será cosa de un santiamén. Y, por supuesto, dejarlo enfriar bien, sin hielos que, personalmente, no me gustan porque terminan por aguar un plato sensacional.

Por cierto, preparando esta entrada, me encontré con un programa de 1985 del mítico espacio «Con las manos en la masa» en el que el propio Pedro Almodóvar cocina con Elena Santonja un pisto manchego y un cordero a la caldereta.

2 comentarios en “Un Almodóvar para comérselo

  1. Genial este resumen gastronómico de la mano de Almodóvar. A ver si en alguna de sus próximas pelis, añade una de tus recetas.

    • Me he ceñido solo a las primeras películas, porque esto daría para muchas entradas, creo. A ver si me animo y hago más.

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